Continúan las diligencias en torno a la desaparición de Francisco Albornoz, joven químico farmacéutico de 21 años cuyo rastro se perdió el pasado 23 de mayo tras salir de su departamento en Santiago Centro. Desde ese día, no se supo más de él, salvo por una última señal de su teléfono registrada en Plaza Egaña, en la comuna de Ñuñoa.
El joven había salido aquella noche con la intención de reunirse con alguien. Cámaras de seguridad lo captaron por última vez en el ascensor de su edificio. Su desaparición motivó una intensa búsqueda liderada por la Fiscalía de Ñuñoa-Providencia, junto con la Brigada de Ubicación de Personas (BRIUP) de la PDI.
Durante la jornada del martes 3 de junio, la investigación dio un giro, un hombre se presentó voluntariamente ante la Fiscalía de Ñuñoa acompañado de su abogado. Allí entregó información que permitió a los equipos de la PDI trasladarse hasta la comuna de Placilla, en la región de O’Higgins.
En ese lugar, y tras el despliegue policial, se encontró un cuerpo sin vida en las cercanías del río Tinguiririca. Aunque aún se está a la espera de la confirmación oficial por parte del Servicio Médico Legal, no descartan que se trate del joven desaparecido.
El hombre que proporcionó la información quedó detenido en calidad de imputado y será formalizado durante esta jornada. Su declaración fue clave para orientar la búsqueda hacia Placilla, zona donde, según la PDI, habría sido abandonado el cuerpo tras la noche de la desaparición.
La fiscal Rossana Folli, quien lidera las indagatorias, instruyó las diligencias necesarias para esclarecer los hechos y determinar la participación del detenido. Por ahora, se desconocen los cargos específicos que se le imputarán, pero la investigación continúa activa. CHH
